El cuadro de distribución de energía es una parte indispensable del sistema eléctrico, con las características de la estructura compacta, la instalación fácil, la seguridad y la confiabilidad. Sus materiales generalmente incluyen caja de metal (como una placa de acero enrollada en frío, la superficie generalmente se rocía con plástico para mejorar la resistencia a la corrosión) y piezas conductivas internas (como barras colectivas de aleación de cobre o cobre, disyunderos, etc.). La ventaja de la caja de distribución es que puede distribuir energía eléctrica de manera segura y eficiente, proteger el circuito de la sobrecarga y el cortocircuito, y garantizar la seguridad del uso de la electricidad. Además, las cajas de distribución modernas también pueden integrar componentes inteligentes para lograr un monitoreo remoto y una gestión automatizada. Las cajas de distribución se utilizan ampliamente en varios lugares, incluidos edificios residenciales, comerciales, instalaciones industriales, infraestructura, etc., para proporcionar una distribución y protección de energía confiables para diversos equipos eléctricos.